para: docentes basica secundaria
de: coordinacion academica
asunto: informe semanas de finalizacion tercer periodo
-suspender avances en la programacion, para dar oportunidad academica a los estudiantes criticos
-elaborar con los estudiantes la auto y coevaluacion
-se recuerda que clase son seis dias: 29 y 30 de agosto, y 2,5,6,7 de septiembre.
los dias 31 de agosto y 1 de septiembre son las experiencias pedagigicas docentes.
- el 8 de septiembre celebracion de los derechos humanos
-el 9 de septiembre finalizacion del tercer periodo y se dio como compensatorio para los docentes
se acordo que los dias 31 de agosto y 1 de septiembre los docentes nos reuniremos de 6:30 am a 7:30 am para tratar estrategias de mejoramiento academico.
cordialmente.
marco aurelio martinez c.
coordinador academico
miércoles, 31 de agosto de 2011
domingo, 21 de agosto de 2011
Colombia cometió abusos con ayuda de EE. UU., dice The Washington Post
Envía la canción 'La potra zaina' a tu celular
I
Les contaré señores
la historia muy bonita
de linda potranquita
con ojos soñadores,
colita de caballo,
andar casi trotero,
de crines muy hermosas,
corría por los esteros.
Era una potra muy singular,
no conocía el amor,
no conocía corral,
no conocía bozal,
solo quería vivir
por el palmar.
Era la potra zaina
la flor de la llanura,
caballos y potrones
sufrían por su hermosura;
paseando en las sabanas
en las noches de luna;
coqueta se miraba
su sombra en la laguna.
La potranca al fin se descuidó
y un dia primaveral,
a orillas del palmar
en mi lazo cayó,
la zaina asi perdió
su libertad.
No quiere el freno morder,
ni la montura llevar,
riendas no quiere sentir
ni que le pongan bozal
y cuando está en el potrero
se oye silbar al gavilán,
se escucha a la potranquita
triste llorar.
Esa potra la voy a domar,
la enseñare a querer,
le enseñare a llevar
el freno y el bozal
y luego le daré
su libertad
Víctimas de desaparición levantaron un 'puente' con el futuro
Durante dos semanas hicieron trabajo artístico que se expone en la galería del Colombo.
A la artista María Antonia Pérez la sorprendieron las palabras de una mujer que hace unos días la invitó sonriente, podría decirse que emocionada, a un entierro.
"Este es mi hijo", le decía exaltada señalándole el pequeño bulto de huesos que tenía entre sus manos, recién recuperados después de años y años buscando.
Esa extraña felicidad le hizo entender a Pérez el drama de los 47 mil desaparecidos que aún tiene el país. Le ocurrió dentro del Laboratorio Socio Artístico sobre Desaparición Forzada que ella y su colega Stacy Hughes dirigieron en el Colombo Americano con 20 víctimas de esa execrable violación a los Derechos Humanos que los grupos armados convirtieron en arma de guerra.
En ladrillos de barro, cada uno escribió con marcadores lo que les evoca su traumática experiencia, así como su visión de futuro: estamparon expresiones como dolor, valor, restauración, amor, compromiso, búsqueda de nuestros seres queridos, igualdad, justicia, no repetición, diálogo, solidaridad, sueños, libertad, fe, equidad, memoria...
Nubia Torres escribió 'educación', visibilización y sensibilización, porque considera que es lo que hace falta. A ella "unos hombres con cinturones llenos de balas" -no dice de qué grupo- le desaparecieron a su hijo Ómar Eliécer, en 1993.
"Logramos establecer lazos entre ellos y que dialogaran, porque muchos ni se conocían. Además los pusimos a pensar en el futuro, porque estamos acostumbrados más a que hablen de su pasado", anotó Hughes a través de la traducción de Pérez.
Todos recibieron título de constructores de paz.
Arte interactivo
La exposición que está abierta hasta el 16 de septiembre en la galería Paul Bardwell, del Colombo, es el punto culminante del proceso.
Lo primero que se topa el visitante es un puente hecho con los 252 bloques y sus mensajes. Quien se para encima y mira a los lados ve fosas comunes y si va hasta el final, el tricolor nacional sin terminar de tejerse, como metáfora de una Nación inacabada cuya construcción depende de quienes la integramos.
La pared del fondo contiene un gráfico con distintos conflictos en el mundo que se resolvieron con el diálogo, eso con el fin de que sean tomados de ejemplo. Los muros laterales lucen repletos con cientos de fotos que ha tomado Hughes en sus viajes por países con una realidad tan grave como la colombiana.
"Es como el concepto de salud y enfermedad en un médico: la violencia es la enfermedad y la resolución pacífica, la cura", explica Hugues, experto en el tema.
Al norteamericano lo dejó impactado la amabilidad de las víctimas con que compartió. Le abrieron sus corazones al punto de que lo invitaron a tomar el 'algo' a sus casas en dos semanas que le quedan en la ciudad
A la artista María Antonia Pérez la sorprendieron las palabras de una mujer que hace unos días la invitó sonriente, podría decirse que emocionada, a un entierro.
"Este es mi hijo", le decía exaltada señalándole el pequeño bulto de huesos que tenía entre sus manos, recién recuperados después de años y años buscando.
Esa extraña felicidad le hizo entender a Pérez el drama de los 47 mil desaparecidos que aún tiene el país. Le ocurrió dentro del Laboratorio Socio Artístico sobre Desaparición Forzada que ella y su colega Stacy Hughes dirigieron en el Colombo Americano con 20 víctimas de esa execrable violación a los Derechos Humanos que los grupos armados convirtieron en arma de guerra.
En ladrillos de barro, cada uno escribió con marcadores lo que les evoca su traumática experiencia, así como su visión de futuro: estamparon expresiones como dolor, valor, restauración, amor, compromiso, búsqueda de nuestros seres queridos, igualdad, justicia, no repetición, diálogo, solidaridad, sueños, libertad, fe, equidad, memoria...
Nubia Torres escribió 'educación', visibilización y sensibilización, porque considera que es lo que hace falta. A ella "unos hombres con cinturones llenos de balas" -no dice de qué grupo- le desaparecieron a su hijo Ómar Eliécer, en 1993.
"Logramos establecer lazos entre ellos y que dialogaran, porque muchos ni se conocían. Además los pusimos a pensar en el futuro, porque estamos acostumbrados más a que hablen de su pasado", anotó Hughes a través de la traducción de Pérez.
Todos recibieron título de constructores de paz.
Arte interactivo
La exposición que está abierta hasta el 16 de septiembre en la galería Paul Bardwell, del Colombo, es el punto culminante del proceso.
Lo primero que se topa el visitante es un puente hecho con los 252 bloques y sus mensajes. Quien se para encima y mira a los lados ve fosas comunes y si va hasta el final, el tricolor nacional sin terminar de tejerse, como metáfora de una Nación inacabada cuya construcción depende de quienes la integramos.
La pared del fondo contiene un gráfico con distintos conflictos en el mundo que se resolvieron con el diálogo, eso con el fin de que sean tomados de ejemplo. Los muros laterales lucen repletos con cientos de fotos que ha tomado Hughes en sus viajes por países con una realidad tan grave como la colombiana.
"Es como el concepto de salud y enfermedad en un médico: la violencia es la enfermedad y la resolución pacífica, la cura", explica Hugues, experto en el tema.
Al norteamericano lo dejó impactado la amabilidad de las víctimas con que compartió. Le abrieron sus corazones al punto de que lo invitaron a tomar el 'algo' a sus casas en dos semanas que le quedan en la ciudad
Buscan unir de nuevo a las 'Madres de la Candelaria'
Este sería un producto perdurable del Laboratorio Socio Artístico en el Colombo Americano.
Este movimiento existe desde 1999, cuando unas 50 madres y allegados a personas desaparecidas se empezaron a convocar en las afueras de la Catedral La Candelaria, inspiradas por las Madres de Mayo, en Buenos Aires (Argentina).
Pugnas de liderazgo hicieron que se escindieran en el 2003 en la Asociación Caminos de Esperanza Madres de la Candelaria (Premio Nacional de Paz 2006), bajo la dirección de Teresita Gaviria, y la corporación Madres de la Candelaria Línea Fundadora, cuya directora es Amparo Mejía.
Las primeras trasladaron sus plantones para los viernes a las 2:00 p.m. y las segundas continuaron al mediodía de los miércoles. La consecuencia fue el desgaste.
"Es muy triste que las víctimas estemos tan desunidas; si no nos unimos en el dolor, cuándo nos vamos a unir", se lamenta la señora Gaviria.
Álvaro González, participante en los talleres y miembro de Caminos de Esperanza, destaca que aún con las diferencias de sus líderes, los demás siempre han sido amigos.
Este movimiento existe desde 1999, cuando unas 50 madres y allegados a personas desaparecidas se empezaron a convocar en las afueras de la Catedral La Candelaria, inspiradas por las Madres de Mayo, en Buenos Aires (Argentina).
Pugnas de liderazgo hicieron que se escindieran en el 2003 en la Asociación Caminos de Esperanza Madres de la Candelaria (Premio Nacional de Paz 2006), bajo la dirección de Teresita Gaviria, y la corporación Madres de la Candelaria Línea Fundadora, cuya directora es Amparo Mejía.
Las primeras trasladaron sus plantones para los viernes a las 2:00 p.m. y las segundas continuaron al mediodía de los miércoles. La consecuencia fue el desgaste.
"Es muy triste que las víctimas estemos tan desunidas; si no nos unimos en el dolor, cuándo nos vamos a unir", se lamenta la señora Gaviria.
Álvaro González, participante en los talleres y miembro de Caminos de Esperanza, destaca que aún con las diferencias de sus líderes, los demás siempre han sido amigos.
Obras en la vía causaron accidente de 'chiva' en carretera del Huila
El bus movilizaba 30 personas en la vía entre Neiva y Vegalarga. 20 de ellas terminaron heridas.
El accidente se presentó en el punto conocido como el mico, en la vereda Platanillal, a 35 minutos de Neiva.
Se trataba de un bus tipo escalera (conocidos popularmente como ‘chivas’) de placas VXA 488, que viajaba desde el corregimiento de San Antonio de Anaconía hacia Neiva con pasajeros y mercados.
“En la vía están haciendo trabajos y un obrero me hizo la señal de pare. Cuando me dio paso, el bus se fue”, dijo Juan José Perdomo, el conductor del automóvil.
El bus rodó unos 30 metros y el primero en salir fue el ayudante, quien sacó los heridos. “La gente gritaba y como pude salí. Con una barra abrí la puerta trasera y saqué a una señora”, narró Hernán Cuellar, ayudante del bus.
Según el corregidor de la región, Orlando Flores, la culpa del accidente es de los atrasos en el arreglo de la vía. “Gracias a Dios no tuvimos muertos. Esto pudo haber sido una tragedia, es el colmo que los trabajos en esta vía estén tan demorados. Qué carro puede pasar por un corredor tan angosto”, indicó el funcionario.
“Parece que por las obras y por la humedad de la quebrada la arena estaba movediza y la banca cedió, y al pasar, por el peso de la chiva, nos fuimos a la quebrada… Uno siente que se oscurece la vista y uno le pide a Dios, yo venía con mi esposo y mi niño, pero el señor nos salvó”, contó Maria Nury Ríos.
Según los órganos de emergencia no hubo muertos y la mayoría de personas heridas presenta politraumatismos generales.
Los heridos fueron remitidos a diferentes centros asistenciales de Neiva.
Decomisan material de guerra al frente 34 de las Farc
La operación del Ejercito fue adelantada en el barrio el Reposo 2 en el municipio de Quibdó (Chocó).
Soldados del Batallón de Combate Terrestre número 94 'Pedro Hernando Lizarazo, desplegados en la región, encontraron 12 proveedores metálicos para fusil, un radio scanner marca Icom, un camuflado pixelado, 109 cartuchos, un revolver calibre 38, y tres chalecos multipropósito, que "se esperaba" fueran enviados a otro grupo para llevar a cabo atentados terroristas en contra de la fuerza pública y la población civil.
Esta operación la realizaron tropas de la Decimo Quinta Brigada del Ejercito en el Chocó con el apoyo de la Sijin seccional Quibdó, luego de diversos trabajos de inteligencia.
El comandante de la Decimo Quinta Brigada Coronel Jorge Horacio Romero Pinzón se mostró complacido con el hallazgo.
Soldados del Batallón de Combate Terrestre número 94 'Pedro Hernando Lizarazo, desplegados en la región, encontraron 12 proveedores metálicos para fusil, un radio scanner marca Icom, un camuflado pixelado, 109 cartuchos, un revolver calibre 38, y tres chalecos multipropósito, que "se esperaba" fueran enviados a otro grupo para llevar a cabo atentados terroristas en contra de la fuerza pública y la población civil.
Esta operación la realizaron tropas de la Decimo Quinta Brigada del Ejercito en el Chocó con el apoyo de la Sijin seccional Quibdó, luego de diversos trabajos de inteligencia.
El comandante de la Decimo Quinta Brigada Coronel Jorge Horacio Romero Pinzón se mostró complacido con el hallazgo.
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